En medio del vibrante Paseo de la Reforma, donde la ciudad nunca se detiene, el Hotel Marquis Reforma se levanta como un refugio de lujo con más de 30 años de historia. No es casualidad que forme parte del selecto grupo The Leading Hotels of the World, una colección que reúne a más de 400 propiedades en el mundo por su excelencia, autenticidad y servicio impecable.
Un hotel con conciencia verde
Más allá de su elegancia, este hotel presume un compromiso real con el planeta: ostenta la Green Key, uno de los distintivos más exigentes en sostenibilidad turística. Esto garantiza que cada estancia viene acompañada de prácticas responsables en energía, agua, manejo de residuos y hasta compras con impacto social positivo.
Habitaciones para todo tipo de viajero
Las habitaciones y suites del Marquis son un oasis en medio del caos citadino. Desde lofts contemporáneos hasta suites remodeladas con terrazas privadas y vistas espectaculares a Reforma, cada espacio está diseñado para invitar al descanso absoluto. Las camas amplias y mullidas, la atmósfera cálida y silenciosa, junto con la atención personalizada, hacen que dormir aquí sea una experiencia en sí misma.
Ubicación estratégica
El hotel, además, tiene una ubicación privilegiada: justo frente al Bosque de Chapultepec y a minutos de barrios icónicos como Polanco, Roma y Condesa, lo que lo convierte en la base perfecta tanto para exploradores urbanos como para viajeros de negocios. Sus salones para congresos y eventos de alto nivel confirman que aquí se mezclan placer y productividad con estilo.
Un destino también para tragones
Y claro, porque en viajeros y tragones sabemos que un viaje no está completo sin sabor, el Marquis también es destino gastronómico. Dentro de sus muros se esconden restaurantes que llevan al comensal por un recorrido que va de lo tradicional mexicano a propuestas internacionales, con el mismo estándar de excelencia que distingue al hotel.
Ya sea para una escapada romántica, un viaje de amigos con tintes foodie, vacaciones en familia o incluso un congreso de trabajo, el Hotel Marquis Reforma demuestra que la hospitalidad mexicana puede ser tan sofisticada como entrañable.