Falling Piano ha logrado algo poco común: construir una identidad propia. Desde su apertura en la colonia Roma, este espacio se convirtió rápidamente en un punto de encuentro para quienes buscan buena música, cerveza bien curada y una atmósfera relajada pero con carácter y ahora lo reafirma con Falling Piano Bodega. Un lugar donde las noches fluyen entre conversaciones largas, playlists cuidadas y una energía que invita a quedarse.
Su intención no es ser un bar más. Desde el inicio, su propuesta se centró en crear comunidad alrededor de la cerveza artesanal, el diseño honesto y una experiencia accesible, pero bien pensada. Mesas compartidas, iluminación tenue y un ambiente que mezcla lo urbano con lo acogedor hicieron que pronto se volviera un favorito tanto para locales como para visitantes de la Roma.
Ahora, el proyecto da un paso natural en su evolución. A partir del 22 de diciembre, Falling Piano inauguró Falling Piano Bodega en Polanco, una nueva sede que mantiene el espíritu original, pero lo lleva a otro nivel. El concepto de “bodega” no es casual: este nuevo espacio apuesta por una experiencia más amplia, pensada para quienes disfrutan explorar sabores, estilos y maridajes sin complicaciones.
La gran protagonista de Falling Piano Bodega es su oferta cervecera. El lugar contará con 24 líneas de cerveza, cuidadosamente seleccionadas, que incluyen estilos nacionales e internacionales, rotación constante y opciones para todos los paladares, desde los más ligeros y refrescantes hasta propuestas más complejas y robustas. La idea es clara: que cada visita sea distinta y que siempre haya algo nuevo por descubrir.

A esta propuesta se suma un elemento clave que eleva la experiencia: las pizzas. Pensadas como el acompañamiento perfecto para la cerveza, las pizzas de Falling Piano Bodega destacan por su masa bien trabajada, ingredientes de calidad y combinaciones creativas. Sin pretensiones, pero con ejecución impecable, se convierten en una razón más para quedarse, pedir otra ronda y alargar la noche.
Aunque Polanco suele asociarse con una escena más formal, Falling Piano Bodega llega para romper ese molde. El espacio conserva la esencia relajada y auténtica que caracteriza a Falling Piano, pero adaptada a un entorno más amplio y diverso. Es un punto de encuentro ideal tanto para un after office como para una noche entre amigos, donde la música, la cerveza y la comida se encuentran.
Con esta expansión, Falling Piano confirma que hay lugares cómodos para disfrutar de partidos en vivo y para crear momentos memorables. La Roma fue el inicio de la historia; Polanco marca un nuevo capítulo. Y todo indica que Falling Piano Bodega será ese lugar al que siempre darán ganas de volver.

La chica adecuada en el lugar y momento adecuados. Soy creadora y editora de contenido con experiencia en medios digitales e impresos. He trabajado para Rolling Stone México, Canal 5, Mujer Ejecutiva, Revista Cosas, Instax México y Monte Xanic, así como publicaciones centradas en estilo de vida como The Happening y Only Santa Fe porque Lifestyle it’s my style.




