Famoso por su riqueza artesanal y su vibrante folclor, San Pedro Tlaquepaque se convierte en un destino de obligada visita para quienes buscan experimentar el Día de Muertos en toda su esencia. Con un arraigo profundo en sus costumbres, el municipio rinde homenaje a esta festividad donde los vivos se preparan para recibir, entre velas y ofrendas, a los seres queridos que retornan de manera simbólica al mundo terrenal.
Festival «Tradición Viva»: el altar de muertos más grande del mundo
Del 1 al 3 de noviembre, Tlaquepaque celebrará el festival de muertos «Tradición Viva», que incluirá el altar de muertos más grande del mundo, una instalación que busca captar la atención de visitantes nacionales e internacionales. Este festival de ambiente familiar ofrecerá un programa lleno de color y tradición que invita a todos a participar en una experiencia cultural única.
Checa la programación
- Viernes 1 de noviembre: A las 11:00 horas se inaugurará la muestra de altares, mientras que al caer la noche, a las 19:00 horas, el Encendido de Velas Prehispánico marcará el inicio de una serie de rituales que evocan el pasado ancestral de esta celebración.
- Sábado 2 de noviembre: La «Celebración Prehispánica» comenzará a la 1:00 p.m., seguida a las 4:00 p.m. de una cata de vino, tequila y mezcal en Casa Agave (evento con costo). A las 6:30 p.m., la Procesión de ánimas vivientes recorrerá las calles, recreando la llegada de los difuntos al mundo de los vivos.
- Domingo 3 de noviembre: El día iniciará con la Gala Infantil de Catrinas y Catrines en el Jardín Hidalgo a las 12:00 p.m., acompañada de un desfile de músicos. En la tarde, las coloridas mojigangas y el Desfile de la estudiantina cerrarán las actividades en un ambiente festivo y lleno de misticismo.
Cultura, tradición y gastronomía en un solo lugar
Durante estos días, las calles de Tlaquepaque se transformarán en un vibrante escenario de celebración, repleto de exhibiciones de arte, altares monumentales, desfiles de catrinas, música en vivo y talleres. La gastronomía tradicional se suma al festín cultural, con puestos de comida típica que destacan los sabores de la región. Los corredores artesanales y las decoraciones de cada rincón llenarán el ambiente de un encanto especial.
Cada altar erigido en Tlaquepaque es una auténtica obra de arte, reflejo del legado de aquellos a quienes se homenajea, y un puente simbólico entre el mundo de los vivos y los difuntos. Este festival es una oportunidad única para conocer las tradiciones mexicanas de cerca, en un ambiente que une a visitantes y lugareños en un emotivo tributo a la vida y la memoria de quienes nos antecedieron.