Buenos Díaz presenta sus panes de muerto rellenos

La Cafetería Porfiriana ubicada en el Hotel Geneve Ciudad de México se renueva con nuevas propuestas en pan de muerto para esta temporada.

Cada año, las panaderías se retan a crear un pan de muerto que cautive los paladares y permanezca en la memoria, tal y como nuestros fieles difuntos. Y es que en los últimos años este manjar que va más allá de la simple repostería, ha ganado popularidad gracias a las reversiones que hemos degustado.

La panadera y chef de Buenos Díaz nos presentaron recientemente su tributo a una de las tradiciones más entrañables de nuestro país, con tres panes de muerto suaves y esponjosos espolvoreados de azúcar, moka y hasta diamantina. De hecho, este último va relleno con compota de guayaba, no es tan dulce como podría pensarse.

El otro pan de muerto tradicional está relleno de crema pastelera de Bailey’s, fresas y zarzamora, ideal para quienes disfrutan de postres envinados ya que el sabor del licor resalta entre la mezcla. Y para aquellos que buscan algo diferente, el pan de muerto moka verdaderamente sabe a café y va relleno de crema batida de chocolate y fresas.

Todos ellos se sugiere acompañarlos con una taza de café de olla o chocolate caliente y estarán disponibles a partir del 1 de octubre con un precio de $68 y $48 sin relleno. En tanto, Buenos Díaz sirve desayunos y comidas de 7 am a 8 pm y se ubica en el número 130 de Londres en la colonia Juárez.

Un pan con significado

Cada elemento del pan de muerto tiene un significado que va más allá de su estética, tan solo su forma circular alude al ciclo de la vida y la muerte, mientras que los adornos en forma de huesos simbolizan los restos de los difuntos, a quienes se honra con cariño y respeto cada noviembre. En algunas regiones, el pan se elabora con azahar, que evoca el recuerdo de los seres queridos, mientras que el azúcar que lo cubre representa la dulzura de la vida y la esperanza en la reunión futura con ellos.

Cada bocado de los panes de muerto de Buenos Díaz es un viaje a la infancia, a los momentos compartidos con tu familia y amigos, así como a esa época del año en la que las ofrendas llenas de flores de cempasúchil, veladoras y fotografías que decoran las casas de los mexicanos y celebran la existencia de quienes se nos adelantaron.

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