Legado, un café gastrobar que revoluciona el concepto de cantina

A pesar de las miles de propuestas gastronómicas que hay en Ciudad de México, pocas son como Legado, un café gastrobar que está revolucionando el concepto de cantina tal y como lo conocemos.

El local en el que se ubica Legado tiene 3 plantas, la primera es ideal para ir a tomar un café, desayunar o reunirte para el brunch con tu familia; la segunda es la cantina o el gastrobar per se y en el último nivel se ubica la terraza donde el ambiente es más informal e incluso se presta para hacer karaoke u organizar eventos.

Durante nuestra experiencia, nos situamos en el segundo piso y disfrutamos de un menú de cinco tiempos, cada uno compuesto por dos o tres especialidades creadas por el chef Daniel Marroquin y que acompañamos con unas mezcalitas de maracuyá.

«Todo va al centro. Me gusta que la gente pruebe y se sienta en familia, que se genere ese ambiente de cantina», agregó Marroquin previo al desdile de platillos que inició con el chile Mixe, un pasilla oaxaqueño relleno de tinga y queso, gratinado al horno y cubierto con nata; el Buñuelo de camarón empanizado en tempura sobre una chip de camote con guacamole, y las Infladitas de maíz rellenas de marlín y huitlacoche.

En el segundo tiempo probamos la Ensalada de cítricos para así darle entrada a la birria de marlín, una versión que nos sorprendió y recomendamos ampliamente, así como la carne en su jugo que se sirve en salsa verde con frijoles. Después vino el momento de las delicias del mar: la tostada de atún con aguacate y mango, y la trucha a las brasas con alioli de chiltepín.

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La última estación del menú de Legado fue protagonizada por el Pollito de leche y el Chamorro. Del primero, su presentación nos enterneció y su sabor nos sorprendió ya que es cocinado a las brasas, por fuera es dorado y crujiente, por dentro es jugoso; mientras que el adobo del segundo nos hizo recordar a la pierna que comemos en Navidad al estar hecho con mole, chiles y chocolate.

Un legado en el concepto de gastrobar

Como lo explicaba el chef, Legado combina las características de un bar con la propuesta culinaria de alta calidad que usualmente se encuentra en un restaurante gourmet, y efectivamente, constatamos que los platillos son elaborados con técnicas avanzadas, presentaciones sofisticadas y sabores innovadores.

A diferencia de un restaurante formal, Legado tiene un entorno más informal y accesible, similar al de una cantina tradicional, aunado a que la carta de bebidas incluye cocteles, vinos, cervezas y destilados de alta gama, siendo su especialidad el mezcal y el tequila.

Legado se ubica en Río Lerma 86, colonia Cuauhtémoc, y opera de Lunes a miércoles de 8 am a 10pm, y cierra hasta las 2 am de jueves a sábado.

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