En Los Ángeles, la primavera se siente como un renacer. Tras los incendios recientes, la ciudad vuelve a brillar con resiliencia y comunidad, pero también con lo que mejor sabe hacer: reinventar su escena gastronómica. Aquí, la diversidad cultural se sirve en platos que van desde panaderías con sabor mexicano, cenas secretas con aires italianos, bares queer reimaginados y propuestas japonesas de autor que solo unos cuantos pueden probar.
Cenas secretas, pizzas de autor y fine dining sin miedo
Uno de los conceptos más comentados es Le Dinner Club, que funciona como un club exclusivo en locación secreta. Apenas 32 comensales por noche disfrutan del talento del chef Daniele Uditi (Pizzana) y del sommelier Ferdinando Mucerino, quienes llevan a la mesa la esencia de Campania, Italia, con maridajes inolvidables.
En Beverly Hills, la chef Mei Lin regresa a la alta cocina con 88 Club, donde eleva clásicos chinos como pollo con frijol rojo fermentado o wontons de camarón y bambú. Y en West Hollywood, reabre Somni de Aitor Zabala, con un menú degustación de $495 dólares que reafirma la apuesta angelina por la cocina experimental sin límites.
Sabores con raíces y alma
Los Ángeles también celebra sus raíces culturales. En Highland Park, Santa Canela transforma la tradición mexicana en panadería con el sello de la chef Ellen Ramos, mientras que en El Segundo, Jaime Taquería ofrece tortillas hechas a mano, tacos jugosos y margaritas con twist californiano.
En Chinatown, el chef Anthony Wang mezcla su herencia china con los recuerdos de su infancia en Georgia en Firstborn, donde el pollo frito estilo Chongqing, que tarda dos días en prepararse, se roba la escena.
De Japón a Italia, pasando por cookies gigantes
Los amantes de la cocina japonesa tienen nuevas razones para visitar Santa Mónica. Asakura, primer proyecto en EE. UU. del célebre restaurante tokiota La Bombance, ofrece un kaiseki de seis u ocho tiempos para solo 13 personas por noche, con platos que brillan tanto como su vajilla de inspiración kyotense.
Si lo tuyo es la pizza, Cosetta en Ocean Park llega con masas aireadas al horno de leña y combinaciones como soppressata con pimientos o coppa ahumada con piña. Y para los que no conciben el viaje sin postre, Levain Bakery abre en Venice con sus legendarias galletas neoyorquinas, tan altas como un muffin y tan suaves como un pastel.
Bares, cafés y nuevos puntos de encuentro
La ciudad no vive solo de restaurantes: los bares y cafeterías también traen novedades. The Ruby Fruit reabre en Silver Lake como un neighborhood bar & grill queer-friendly con happy hour honesto: un dólar de descuento en todo de 3 a 6 pm.
En Brentwood, el minimalista Malou Coffee apuesta por bebidas creativas como espresso tónico de naranja o latte de dátil con cardamomo, mientras que el recién llegado Cafe Knotted desde Corea del Sur conquista Century City con sus famosas donas rellenas y lattes de maíz o banana.
El brillo de la Guía MICHELIN
La primavera también trajo noticias importantes: siete restaurantes angelinos se sumaron a la prestigiosa Guía MICHELIN California 2025, entre ellos Tomat, Bar Etoile y Kusano, que podrían ser los próximos en ganar estrellas.
En Los Ángeles, cada temporada es una excusa para salir a comer, pero esta primavera en particular deja claro algo: la ciudad está más viva y sabrosa que nunca. Aquí, cada barrio ofrece un viaje gastronómico distinto y, como buen tragón viajero, lo difícil será decidir por dónde empezar.