Sod, el oasis escondido de la condesa del chef Daniel Ovadia

Sod, el cóctel bar del Chef Daniel Ovadía es un oasis escondido en la colonia Condesa, es como un speakeasy que te traslada al corazón de Medio Oriente. Desde la entrada comienza la enigmática experiencia, pues tienes que descifrar un acertijo dentro de un cuarto que funge como cámara de tiempo o nave que al revelar una escalera te conduce a un pasillo lleno de lámparas de estilo marroquí, pasando la cortina encontrarás el alma de Sod.

En hebreo, la palabra Sod significa «secreto» o «misterio», es una palabra utilizada para referirse a conocimientos ocultos que no están disponibles para todos, concepto que transmite a la perfección el Chef Daniel Ovadia (Nudo Negro, Peltre, Merkavá), cuya filosofía se basa en la exploración constante y la innovación, buscando siempre la manera de reinterpretar y adaptar las tradiciones culinarias a los gustos de los comensales modernos.

La decoración de Sod destaca por sus colores cálidos como el ocre, terracota y marrón, que reflejan el paisaje desértico de la región, sus mosaicos y azulejos que adornan la pared principal evocan al Mar Negro, además de alfombras y tapetes en la parte superior, lo convierten en un lugar acogedor. Para quienes quieren sentir que están cenando a la luz de las estrellas, su terraza los atrapará.

Mixología de autor

Claudia Cabrera, quien lleva más de 15 años en la industria de la coctelería, ha creado junto a Jimena Alva 15 cócteles de autor y 3 mocktails que destacan por su versatilidad, presentación y sabor, entre ellos el Milk Punch, una obra maestra de la mixología de Sod ya que toma 72 horas en prepararse. Es un clarificado de leche con ginebra, un toque de limón, miel de abeja y arak de higo, la espuma es de crema de Kalani y curaçao azul. Lo que destaca además de su dulzura, es que es un trago translúcido que se sirve con un hielo que tiene encapsulada la imagen del muro principal del lugar.

Y al centro, la comida

Al ser un cóctel bar, la idea es que mientras disfrutas de los tragos degustes creaciones únicas de Medio Oriente, por lo que muchos de los platillos han sido pensados para compartir, además de que la carta es pequeña. Nosotros comenzamos con el Platón Beduino del Negev que trae Cigarros marroquís rellenos de poro y calabaza, boureka de acelga y queso, dip de yogur griego con chilito verde y harissa, espárragos con almendras, encurtidos, mashweeya, aceitunas kalamata, lechuga y endivias.

Seguimos con las Aceitunas Sod rellenas de queso feta y el Arancini de freekeh, una especie de croquetas de quesillo con un empanizado de ajo y epazote sobre una salsa de frijol especiado, es una insignia de la cocina fusión propuesta por el chef que combina técnicas italianas, de Medio Oriente y México.

Como plato principal compartimos la Espaldilla de cordero que rinde para hasta 6 personas, su cocción toma 12 horas en penca de maguey. La carne es tan suave que se desprende fácilmente del hueso y se sirve sobre una cama de arroz con fideo, mientras que por encima lleva una ensalada de hinojo con manzana verde y vinagreta de limón amarillo, es de un sabor un tanto fuerte que contrasta con la carne.

Y para el postre, quedamos impactados con el Babka bread pudding con helado de higo y caramelo salado de whisky que vimos desde que lo preparaban, pues la cocina es abierta. Para quienes optan por sabores dulces pero más ligeros, los Deditos de novia rellenos de café turco y pistache, bañados en jarabe de rosas, son un verdadero agasajo.

Sod abre a partir de las 6 p.m de martes a sábado y se ubica en Ámsterdam 53, colonia Hipódromo Condesa, justo arriba del restaurante Merkavá de Daniel Ovadía.

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