En Asia la comida callejera deleita el paladar de turistas y locales con una gran variedad de platillos, pero en México, para que puedas conocer esta fusión de una manera relajada, selecta y con mucho sabor está el restaurante Suuwaii, que ahora presenta un nuevo menú.
Antes, la carta era más extensa pero hoy las opciones son básicas y te invitarán a probar lo más destacable del sabor asiático en la Condesa.
En japonés “suuwaii” significa “bonito” y tal vez por eso, a tu entrada lo primero que notarás será que el espacio es totalmente instagrameable, con luces neón y plantas que cuelgan del techo y, sobre la cocina, una bicicleta que nos remite a esas calles de Tailandia en donde todo es un caos de gente apurada pero que, en este caso, es un elemento decorativo.
Lo segundo será el aroma a cebolla frita o arroz que te abrirá el apetito y es que la cocina está a la vista y sí, todo está para chuparse los dedos.
Sabores memorables en Suuwaii
Puedes comenzar con una entrada de edamames preparados con aceite de ajonjolí y chile de árbol molido, un picor que abre el apetito; también hay dumplings aunque recomendamos el Bun Pork Belly, con pan bao al vapor y panceta de cerdo glaseada, tiene cacahuate tostado y salsa sweet chili, si prefieres los sabores agridulces, te va a encantar.
Todo lo debes tomar con las manos, recuérdalo, estás degustando comida callejera, pero si lo prefieres, usa los palillos chinos largos que hay al centro de la mesa, aunque si definitivamente no es lo tuyo, también están los tenedores.
Las sopas también han mejorado sus recetas, no hay cucharas porque esta la puedes beber directamente del plato. La PHO es una receta vietnamita y está hecha a base de caldo de res, lleva fideo de arroz, rib eye, germen de soya y bok choi (una de las variedades de col china), con hierbas aromáticas.
Si quieres probar algo distinto está la Khao Soy con curry amarillo infusionado con leche de coco, té de limón, hoja de lima Kaffir, acompañado de pollo al vapor y fideo ramen frito.
A estas alturas esperamos que tengas espacio para la especialidad de la casa, pues los platillos son de porciones considerables, así que recomendamos compartir, tal es el caso del Pad Thai, con tallarín de arroz al wok en salsa de tamarindo, cacahuate tostado, huevo y tofu, ten precaución si eres alérgico al camarón porque lleva polvo. ¡Delicioso!
Puedes pedir incluso el Curry Gaeng Dang, también conocido como Curry rojo que va infusionado con leche de coco, acompañado con arroz jazmín y que, por su sabor picante, te hará entrar en calor.
Si estás listo para el postre el más pedido es el Mil Crepas de Matcha, muy fotografiable, pero no te puedes ir sin conocer el sabor del pastel del chocolate, su singularidad radica en la Nutella y queso mascarpone. ¡Gratamente recomendable!
A beber
De bebidas podrás encontrar desde aguas del día hasta cervezas nacionales y asiáticas como la Sapporo o Singha; así como cafés o tés (pregunta por las variedades de esta infusión) y, evidentemente no pueden faltar los sakes.
Cuentan con varias marcas y, en su menú, incluyen la descripción como los “junmai”, que significa «puro de arroz» y que, si no encuentras en ella, significa que se ha añadido alcohol destilado, como el “futushu” o sake de mesa, el más común del sake que se produce y que sí lleva alcohol añadido. También tienen uno con notas a naranja. Una buena oportunidad para conocer de sakes.
El espacio en Suuwaii tiene también un segundo piso con una terraza que, cuando esté abierta podría convertirse en tu favorita, está rodeada de plantas y es muy fresca e íntima. Todo el ambiente tiene los colores de la madera, es muy cómodo y con mucha luz.
También esperan abrir próximamente la barra donde seguramente encontrarás platillos que se incorporarán a la carta como sushi o algo más exprés, por lo que te recomendamos estar atento a sus redes sociales. Facebook: @suuwaii e Instagram @suuwaiimx.
Horarios: de lunes a sábado de 13 a 22 horas y domingos hasta las 20 horas.
Cheque promedio: de 380 a 500 pesos por persona.
Viajar ha sido mi pasión y por fortuna, mi trabajo. Descubrí que, aunque regreses al mismo lugar, un viaje nunca se repite, por eso es uno de los grandes placeres de la vida. Te cambia; conocer, degustar, probar cosas nuevas. Viajando aprendes la infinidad, a respetar, a apreciar. Viajando cambian tus percepciones sobre el mundo y sobre ti misma (o).
He colaborado en varios medios de turismo y gastronomía, desde Bon Voyage de Excélsior, pasando por Food & Travel y Viajes de El Heraldo de México, entre otros, todos con distinta perspectiva, pero siempre con la misma pasión por el segmento más bonito del periodismo: el de turismo.