Con el objetivo de promover el consumo de café y fortalecer la labor de los pequeños agricultores, tostadores, catadores y baristas, 44 cafeterías de la Ciudad de México se unen con un pasaporte para sumergir a los consumidores en el mundo de la caficultura a través de una ruta que los llevará por las mejores barras de la CDMX.
Esta iniciativa impulsada por el movimiento Todos por el Café, reconoce el trabajo colectivo y el impulso que generan en los productores de café y todos los que forman parte de la cadena de valor del sector.
Con el pasaporte, turistas nacionales y extranjeros, y por supuesto los habitantes de la ciudad y fanáticos de esta bebida, podrán trazar una ruta por los 44 establecimientos participantes, aprovechando para conocer la ciudad mientras degustan una buena taza de este elixir.
“Hicimos un pasaporte para que la gente haga un recorrido por diferentes cafeterías, esto para impulsar el consumo de café desde el campo hasta la taza. El objetivo es llegar, comprar el pasaporte e ir juntando los sellos, tiene una visión turística, social y empresarial”, mencionó Ricardo Otero, presidente de CANIRAC Tlalpan y fundador de Café Galeno.
Para los mexicanos, esta bebida se ha convertido en un elemento indispensable en la vida cotidiana. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), un mexicano consume de 1.2 a 1.6 kg de café al año, siendo esta la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua.
Además, México es el 11º productor de este cultivo a nivel mundial, principalmente en 14 estados de la República, entre los que destacan Chiapas, Veracruz, Puebla y Oaxaca, con el 90% de la fabricación.
La caficultura de especialidad comienza en laderas de zonas montañosas, donde los productores seleccionan determinadas semillas, lo cual se convierte en un proceso artesanal y de alta calidad.
Algunas veces la producción es menor a la de la industria de las grandes cadenas, no obstante, esta actividad brinda grandes ventajas medioambientales y para el desarrollo de las familias, con un gran potencial que aún no ha sido explorado del todo en México.
El pasaporte tiene un costo de $125 pesos y puede adquirirse en cualquiera de los establecimientos participantes:
BENITO JUÁREZ
Café Fuera de Este Mundo. Yácatas 291, Narvarte
Adelitas. Vértiz 669 C, Narvarte
Almanegra. Av. Universidad 420, Narvarte
Almanegra. C. Balboa 203, Portales Norte. Alquimia. Torres Adalid 1515, Narvarte
Café Fuerte. Xola 1301, Narvarte. Cultumkali. Uxmal 341, Narvarte
Destino. Pilares 1305, Letrán Valle
Fenómeno Café. Edzná 144. Letrán Valle
Hey! Brew Bar. Texas 81, Nápoles
Kinoo. Altadena 54, Nápoles
Mimo. Amores 1403, Del Valle
MIGUEL HIDALGO
Almanegra. Prosperidad 37, Escandón
Amargo. Mutualismo 64, Escandón
Blend Station. Horacio 257, Polanco
Camino a Comala. Aquiles Serdán 106, Ángel Zimbrón
COYOACÁN
Café y Té Quiero. Arquitectura 55, Copilco
Casa Cafeína. Cerro de las Palomas 3, Copilco
El Refín. Cuauhtémoc 184, Del Carmen
Café Galeno. Rancho de la Herradura, Calz. Las Bombas 132
GUSTAVO A. MADERO
Cafeteté. Tamagno 313, Vallejo
Galería 39. Av. 604, San Juan de Aragón
Nativos. Av. Wilfrido Massieu 278, Planetario Lindavista
Obertura Café. Imperial 56, Industrial
CUAUHTÉMOC
Almanegra. Tonalá 53, Colima
Anvil. Zamora 79, Condesa
Bello Café. Carpio 158, Sta. María la Ribera
Centrina. PlazaSan Juan 15, Centro
Cumbé. Monterrey 82, Roma
Cabrita Café. Orozco y Becerra 188,Sta. María la Ribera
Curado. Sinaloa 10, Roma
Deseo. Mérida 26, Roma
Efímero. Aguascalientes 206. Condesa
Gradios. Luis Moya 115, Centro
José Rosas. Sta. María la Ribera 126
Memorias de un barista. Frontera 83, Roma
Paradigma. San Luis Potosí 188, Roma
Q Pedro Pablo. Durango 108, Roma
ÁLVARO OBREGÓN
Díaz de Café. Calle de la Amargura 5, San Ángel
Esencial. Sagredo 253, Guadalupe Inn
Café Revolución. Revolución 1905,San Ángel
TLALPAN
La Serrana. Línea 4, Fuentes del Pedregal
Café Galeno. Fray Pedro de Gante 59, Belisario Domínguez
Café Galeno. Calzada de Tlalpan 4717, Toriello Guerra
Viajar ha sido mi pasión y por fortuna, mi trabajo. Descubrí que, aunque regreses al mismo lugar, un viaje nunca se repite, por eso es uno de los grandes placeres de la vida. Te cambia; conocer, degustar, probar cosas nuevas. Viajando aprendes la infinidad, a respetar, a apreciar. Viajando cambian tus percepciones sobre el mundo y sobre ti misma (o).
He colaborado en varios medios de turismo y gastronomía, desde Bon Voyage de Excélsior, pasando por Food & Travel y Viajes de El Heraldo de México, entre otros, todos con distinta perspectiva, pero siempre con la misma pasión por el segmento más bonito del periodismo: el de turismo.