Si te gustan los viajes de aventura y descubrimiento en escenarios naturales poco comunes, entonces las grutas de Yucatán: Chocantes, Calcehtok y San Ignacio, esperan por ti. Adentrarse en ellas es descubrir un submundo en el que el misticismo ancestral y la impactante belleza del entorno están presentes.
Las grutas son cavidades subterráneas que se mantienen secas hasta que comienzan las filtraciones de agua, dándole diferentes formas a las paredes rocosas. Tal proceso dura miles de años, pero lo cierto es que cada gruta tiene su propio encanto y particularidad, por lo que a continuación te describiremos las características de estas cuevas ubicada en el fascinante estado de Yucatán.
Grutas Chocantes
Las Grutas Chocantes son perfectas para los adictos a la adrenalina. Primero es necesario llegar a las faldas del cerro en el municipio de Tekax y desde ahí comenzar una caminata en ascenso por laderas llenas de vegetación para adentrarse en la cueva de unos tres kilómetros hasta llegar a las grutas.
Aunque todo ese recorrido valdrá la pena cuando puedas admirar la belleza de las cascadas blancas, las cuales son imponentes cristales de calcio, un espectáculo único en su clase.
Otras actividades extremas que puedes realizar en las Grutas Chocantes es lanzarte en tirolesa (la cual tiene una distancia de 150 metros), descenso de rápel en la Cueva del Toro, visitar el mirador (situado a una altura de 170 metros) y espeleo.
Calcehtok
También conocidas como X-Puk, las Grutas Calcehtok son un sistema de túneles y pasadizos con una extensión de cinco kilómetros a lo largo de los cuales existen tres niveles de recorrido: básico, intermedio y extremo. El básico se hace caminando; en el intermedio hay que subir, bajar y deslizarse; en el extremo se suma una cueva dentro de la cual hay que avanzar pecho tierra. ¡Una experiencia única!
Estas cuevas pertenecen al municipio de Opichén y en su interior se ha encontrado abundante material prehispánico como: cerámica, huesos humanos y de animales, así como puntas de lanzas, entre otros objetos. En una de las excavaciones se halló una piedra en forma de cabeza de venado, dándole el nombre de Calcehtok al lugar, que significa «cuello de venado de pedernal».
Grutas y cenote San Ignacio
En el poblado de Chocholá existe una gruta que en su interior guarda un cenote, el de San Ignacio. Para entrar debes descender por una escalera labrada en piedra hasta llegar a una superficie donde se puede admirar el espejo de agua color turquesa rodeado de una bóveda de estalactitas.
La profundidad de ese cuerpo de agua es de solo seis metros, por lo que puedes esnorquelear y admirar los peces que habitan ahí. Al salir disfruta de la comida típica de la región.
Sin importar cuál de estas tres cuevas visitarás, lleva ropa y calzado cómodos. También asegúrate de que un guía profesional te acompañará en esta aventura. En el caso de las grutas Chocantes y Calcehtok, pregunta por los guías locales, pues son descendientes mayas que además te compartirán su cultura y conocimiento.
