Papalote Museo del Niño siempre tiene alternativas que además de divertidas, despiertan el interés y la curiosidad de nuestros pequeños para descubrir mundos, culturas y experiencias nuevas. Y ese es precisamente el objetivo de la exposición «Lazos de Navidad».
En «Lazos de Navidad» podrás admirar árboles navideños intervenidos por diferentes embajadas del mundo para que conozcas un poquito de las tradiciones navideñas de cada país, así como sus costumbres y tradiciones. La idea, también, es que los pequeños y los no tan pequeños despierten el sentido de unión, la gratitud y la paz que le hace falta a la humanidad.
Este es el tercer año consecutivo en que se realiza la exposición, pero esta ocasión es la primera vez que se toma un tono internacional, dado que, en año anteriores los estados de la República Mexicana fueron los invitados de honor.
Así, en «Lazos de Navidad» de Papalote Museo del Niño descubrirás las diferentes maneras en las que se vive esta tradición.
De los Pitufos a las mariposas amarillas
En esta exposición podrás ver elementos tan divertidos, como los Pitufos de Bélgica o las famosas mariposas amarillas de «Cien años de soledad», escrita por Gabriel García Márquez, en el arbolito de Colombia.
Otro árbol que llama la atención es el de Uruguay, inspirado en el artista Joaquín Torres y su Movimiento Universitario Constructivo; también el de Ucrania, adornado con chocolates típicos y pájaros de fuego pintados por niños de ese país. No te pierdas el de Nueva Zelanda, adornado con kiwis, esas pequeñas aves que caracterizan a ese país.
México, por su parte, participa con tejidos de henequén yucatecos hasta cajitas de olinalá guerrerenses. Noruega, Costa de Marfil, Corea del Sur, Canadá y Brasil también están en la lista de arbolitos admirables para sorprenderte y aprender más de su cultura.
Está exposición esta incluida en la entrada al Papalote Museo del Niño y podrás verla hasta enero de 2022.
Viajar ha sido mi pasión y por fortuna, mi trabajo. Descubrí que, aunque regreses al mismo lugar, un viaje nunca se repite, por eso es uno de los grandes placeres de la vida. Te cambia; conocer, degustar, probar cosas nuevas. Viajando aprendes la infinidad, a respetar, a apreciar. Viajando cambian tus percepciones sobre el mundo y sobre ti misma (o).
He colaborado en varios medios de turismo y gastronomía, desde Bon Voyage de Excélsior, pasando por Food & Travel y Viajes de El Heraldo de México, entre otros, todos con distinta perspectiva, pero siempre con la misma pasión por el segmento más bonito del periodismo: el de turismo.