Hay muchas maneras de disfrutar el Día de Muertos en la CDMX y nuestra sugerencia en esta ocasión, es hacerlo desde un hotel para apreciar el tradicional desfile de este 31 de octubre desde la comodidad de tu cuarto en el Sofitel Mexico City Reforma y, de paso, consentirte con sus amenidades de temporada.
La experiencia comienza desde tu llegada a este centro de hospedaje estilo francés, que alguna vez fuera una casa antigua, pues todo visitante es recibido en medio de flores de cempasúchil y terciopelo.
El sábado 30 de octubre de 2021 se llevará a cabo el tradicional ritual de la vela, guiado por una Chamana al anochecer, una ofrenda Tlalmanalli que simboliza a los cuatro paraísos para rendir culto a las almas que se fueron y regresan a este plano.
También puedes optar por una experiencia de spa tipo ritual en la que se conjugan diferentes elementos inspirados en las culturas prehispánicas. Flores y música autóctona te darán la bienvenida a un ambiente purificado con copal. Esta práctica ancestral es utilizada por curanderos y chamanes para sanar cuerpo, mente y espíritu.
Directo al paladar
Y si de comer se trata, cuatro variedades de panes de muerto te esperan en el restaurante Balta, sabores que abarcan desde esencias de azahar, hasta un pan elaborado con costra de ceniza de totomoxtle y relleno de crema de chocolate de metate. Los macarons de temporada en tres sabores (chocolate de metate, mandarina, calabaza y especias) serán un plus.
Pregunta por las cenas temáticas de Día de Muertos con opciones a la carta, o el menú degustación de 4 o 5 tiempos, que incluyen diferentes elementos locales y de temporada, como la calabaza y el camote, además del maíz, ingredientes ancestrales de la cocina mexicana.
Para los amantes de los postres, habrá oportunidad de degustar de un tradicional postre de calabaza con queso cotija, así como pastel de chocolate y helado de pan de muerto con cempasúchil.
Pide en Cityzen un coctel especial de temporada, se llama Mictole, lo elaboran con ingredientes mexicanos como el cacao, el atole, mezcal y calabaza.
Hasta el 2 de noviembre
Viajar ha sido mi pasión y por fortuna, mi trabajo. Descubrí que, aunque regreses al mismo lugar, un viaje nunca se repite, por eso es uno de los grandes placeres de la vida. Te cambia; conocer, degustar, probar cosas nuevas. Viajando aprendes la infinidad, a respetar, a apreciar. Viajando cambian tus percepciones sobre el mundo y sobre ti misma (o).
He colaborado en varios medios de turismo y gastronomía, desde Bon Voyage de Excélsior, pasando por Food & Travel y Viajes de El Heraldo de México, entre otros, todos con distinta perspectiva, pero siempre con la misma pasión por el segmento más bonito del periodismo: el de turismo.