Cuando alguien dice “Jalisco”, la mente viaja directo al tequila. Pero si te das una vuelta por Guadalajara descubrirás que la Perla Tapatía y sus alrededores guardan mucho más para quienes aman comer, beber y disfrutar: cervezas artesanales premiadas, rones hechos entre cañaverales y vinos que ya conquistan medallas internacionales. Aquí el brindis se hace con variedad.
Cerveza que cuenta historias
Si eres cervecero de corazón, Guadalajara es tu parque de diversiones. La ciudad se ha ganado un lugar en el mapa por sus cervezas artesanales, donde cada etiqueta tiene personalidad propia.
Empieza por Loba, en pleno corazón tapatío. No solo podrás recorrer su fábrica y ver cómo se transforma el grano en oro líquido, también tendrás un tasting room donde probar nueve estilos distintos, desde la ligera Lobita hasta la intensa Loba 8 Hazy Pale Ale. Para coronar la experiencia, sube al Loba Gastropub y marida cada pinta con platillos que harán que quieras pedir otra ronda.
Si cruzas a Zapopan, Cerveza Fortuna te espera con su fábrica galardonada y etiquetas que han ganado premios en competencias como Aro Rojo y Cerveza México. Y si buscas un plan de tarde-noche, Cerveza Zorra Bistro & Pub es la parada ideal para probar cervezas locales, cocteles y antojitos en modo relajado.
Ron y aguardiente entre cañaverales
¿Creías que en Jalisco solo reinaba el agave? A menos de una hora de Guadalajara, en Tala, la Hacienda Navajas te mete de lleno al mundo del ron. Sus recorridos te llevan desde los cañaverales hasta la destilación y el añejamiento, terminando en una degustación que huele a historia: más de tres siglos la respaldan.
Amatitán, donde el vino también tiene alma
Además de ser parte de la icónica Ruta del Tequila, Amatitán sorprende con propuestas vinícolas artesanales. Entre ellas brilla Alma Alquimista, un proyecto que rompe moldes con vinos de uvas secas, naranjas, grappas y naturales. Si eres de los que persiguen etiquetas ganadoras, apunta estas: el Natural Tempranillo 2022, oro en el Concours Mondial de Bruxelles, y el Muscat Blanc 2023, plata en la misma competencia, con notas que van de chocolate especiado a hierbas frescas.
Entre pintas, copas y destilados, Guadalajara y sus alrededores son un paraíso líquido para quienes viajan con apetito y sed de descubrimiento. Aquí no solo se bebe tequila, se vive la experiencia completa.
