En los días de verano en los que la temperatura sube y el sol se mete más tarde, ¿a quién no se le antoja un gin tonic? Para que prepares un coctel perfecto, te dejamos estas dos recetas de Martin Miller’s Gin.
Gin tonic perfecto
Ingredientes:
- 50 ml de Martin Miller’s Gin
- Agua tónica premium
- Hielos
- Una rodaja de lima
- Un par de bolitas de enebro
Preparación:
- Coloca hielo hasta el tope de un vaso old fashion.
- Vierte cuidadosamente Martin Miller’s Gin encima del hielo.
- Añade la rodaja de lima y el par de bolitas de enebro.
- Llena el vaso con el agua tónica.
Gin tonic con pimienta negra y fresa
Ingredientes:
- 50 ml de Martin Miller’s Gin
- Agua tónica premium
- Hielos
- Una fresa partida en trozos
- Pimienta en grano
Preparación:
- Llena el vaso con hielo.
- Vierte Martin Miller’s Gin sobre el hielo.
- Añade una fresa troceada en dos partes y vierte el agua tónica.
- Añade dos granos de pimienta.
Acerca del enebro
Numerosas culturas han utilizado el enebro a lo largo de los siglos. Al parecer, los egipcios empleaban su aceite durante las ceremonias funerarias, así como en sus cosméticos y perfumes. Los antiguos griegos utilizaban las bayas de enebro con fines terapéuticos, en particular como remedio para el reumatismo y la artritis, y también a modo de diurético y estimulante del apetito.
El aceite de baya de enebro fue uno de los primeros aceites esenciales extraídos por el hombre: existen pruebas de su extracción y su uso que datan de la prehistoria.
En la Europa medieval, se usaba para combatir infecciones mortíferas como la fiebre tifoidea y el cólera, con unos resultados sin duda heterogéneos.
Los arqueólogos han descubierto que nuestros antepasados europeos utilizaban el enebro para dar sabor a la cerveza que bebían. Los monjes italianos destinaban sus copiosas reservas particulares de enebro a la fabricación de elixires y pociones medicinales en el siglo XI.
La elaboración de combinaciones de licores y plantas se remonta a los albores de la destilación.