El Día de Muertos está lleno de sabores tradicionales que evocan recuerdos y honran a nuestros seres queridos. Uno de estos manjares es el atole negro, también conocido como atole de chaqueta, una bebida cálida, espesa y con un sabor profundo que es ideal para colocar en las ofrendas. Con sus raíces en las antiguas tradiciones mexicanas, esta receta combina maíz, piloncillo y cacao, ingredientes que no solo representan lo mejor de nuestra gastronomía, sino que también simbolizan un puente entre los vivos y los que ya partieron.
6 a 8 porciones
Ingredientes:
- 200 gramos de pelo de elote fresco
- 200 gramos de masa de maíz morado nixtamalizado
- 2 litros y medio de agua
- 50 gramos de piloncillo
- 1 raja de canela (10 gramos)
Procedimiento:
- Dejar secar los cabellos de elote al aire o al sol durante un par de días.
- Posteriormente, tostarlos hasta quemarlos y que se vulevan de color negro (después de secar y tostar quedan aproximadamente 20 gramos).
- Colocar en una olla un litro de agua con la canela y el piloncillo. Hervir.
- Con medio litro de agua, moler los cabellos de elote tostados, colarlos y añadirlos al agua de piloncillo caliente.
- En otro litro de agua, desleír la masa con ayuda de una licuadora, colar y poner dentro de una olla. Continuar cociendo sin dejar de mover hasta que se convierta en atole espeso.
- Rectificar el dulzor al gusto.
Nota:
- Otra versión de atole negro es con cascarilla de cacao tostada que se agrega en lugar de los cabellos de elote y se muele y cuela de igual forma para añadir al atole.
Fuente: Fundación Herdez