La vida se compone de pequeños pasos que, uno tras otro, van abriendo camino. Unos son momentos de extrema felicidad y otros, retos que nos hacen caer y aprender a levantarnos con más fuerza. Esta filosofía se presenta en el vino Hito Tinto de Bodegas Cepa 21.
Se trata de un vino joven, al tiempo que versátil y fácil de beber, perfecto para disfrutar en cualquier reunión con amigos o familiares, según la visión de la bodega, fundada en 2007 y ubicada en Castrillo de Duero, España.
Hito Tinto presenta un vino color rojo cereza picota, limpio, brillante con ribetes violáceos. En nariz, es franco y expresivo donde destacan los aromas primarios del tempranillo, es decir la presencia de frutos rojos como mora y grosella en su versión más fresca.
En boca, es equilibrado y con buen paso, acompañado de buena acidez y una agradable sensación de final de boca.
Está elaborado a partir de la selección de uvas de la variedad tempranillo (tinto fino) de las partes más bajas de los viñedos de Cepa 21, en un terreno calizo-arcilloso con orientación norte y sureste. Envejece en barricas de roble francés.
“Lleva en su ADN la jovialidad, la energía y las ganas de crecer”, dice José Moro, presidente de Bodegas Cepa 21.
La sugerencia para degustar es con un plato de cerdo o cordero asado, en general carnes rojas, aves, carnes blancas menos elaboradas que no estén acompañadas con salsas contundentes; o verduras al horno con mantequilla y ajo; además de quesos curados o charcutería y pastas o pizzas.
Las facetas de la vida
Con este producto, Bodegas Cepa 21 ha querido asociar las facetas tanto positivas como negativas de la vida de una persona, de allí su nombre, “Hito”, que significa poste de piedra, a veces labrada, que sirve para indicar la dirección o la distancia en los caminos o para delimitar terreno, como la materialización de esta filosofía de celebrar y compartir con nuestros seres queridos.
La bodega recomienda Hito Tinto para brindar “por todo lo que te hace grande, puede ser en algún momento de felicidad extrema, pero también puede ser esa caída que te impulsa a ser mejor cada día. Tener un trabajo al cual dedicarse a diario, tomar una copa de vino con la gente que queremos o simplemente pisar la calle y disfrutar del sol, esos ya son pequeños triunfos”.
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Viajar ha sido mi pasión y por fortuna, mi trabajo. Descubrí que, aunque regreses al mismo lugar, un viaje nunca se repite, por eso es uno de los grandes placeres de la vida. Te cambia; conocer, degustar, probar cosas nuevas. Viajando aprendes la infinidad, a respetar, a apreciar. Viajando cambian tus percepciones sobre el mundo y sobre ti misma (o).
He colaborado en varios medios de turismo y gastronomía, desde Bon Voyage de Excélsior, pasando por Food & Travel y Viajes de El Heraldo de México, entre otros, todos con distinta perspectiva, pero siempre con la misma pasión por el segmento más bonito del periodismo: el de turismo.
