“México mi amor”, la colección de TANE para el Día de Muertos

TANE rinde homenaje a esta icónica celebración mediante una declaración de intenciones: cuatro nuevos charms que enriquecen la colección “México mi amor”.

Homenajear el Día de Muertos es un compromiso y, a la vez, un dulce desafío para TANE, que a través de una de sus antologías más vivaces, «México mi amor», hace suya esta tradición mediante el diseño de cuatro nuevos charms en plata .925 que, junto con la pulsera Matilda, se convierten en accesorios de colección:

Calavera de flores

El personaje más afamado, querido y versionado que firmó el extraordinario ilustrador, caricaturista y grabador José Guadalupe Posada es, indudablemente, “La Catrina”. Bajo la perspectiva estética de TANE, esta celebridad adorna su coqueta calavera con un tocado de flores que deslumbra en vermeil de oro amarillo de 23 quilates.

Perro esqueleto

Nadie se va solo; no, al menos, del todo… La mitología mexica señala que los xoloitzcuintles acompañaban a las almas de los difuntos cuando viajaban al Mictlán, el inframundo, guiándolos en esta compleja travesía.

Creado, según las leyendas, con una astilla del Hueso de la Vida, el xoloitzcuintle, ahora conceptualizado por la marca TANE, se convierte en una pieza de plata pulida con acabado de óxido negro.

Cruz de flores

El virtuosismo de los maestros orfebres de la marca sale a relucir en esta pieza que reproduce con gran detalle las tradicionales cruces florales que decoran los altares de muertos. Aquí se incluye una flor de cempasúchil en vermeil de oro amarillo de 23 quilates.

Cempasúchil dije-relicario

Nos ha acompañado durante tres mil años y ha sido vínculo y símbolo: cempasúchil. Su nombre deriva del vocablo náhuatl cempoalxóchitl, que significa “veinte flores”.

También consagradas a la deidad Xochiquétzal, las flores de cempasúchil son el elemento orgánico toral del Día de Muertos, encarnando la conexión con otras dimensiones.

TANE parte de esta simbología para confeccionar una metáfora en plata .925 y vermeil en oro amarillo de 23 quilates: un dije relicario con cadena de 42 centímetros que, al abrirse, atesora en su interior las iniciales de un ser querido.

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